Curso de civilización latina antigua y medieval

Sumario
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 Una coincidencia extraordinaria
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Esta foto de Marco Beltrametti se titula ''Alba en Burbujas de Magadino''. Se puede apreciar el original en flickr.com, bajo el título original Alba alle Bolle di Magadino.

En español, y en otras lenguas latinas, el alba es, o bien el último cuarto de la noche, o bien la primera luz del día. No tanto el amanecer, sino su instante prístino, claro y puro. Alba y albo también denotan blancura, de ahí que se llame así a la túnica de lino que se usa en los oficios religiosos. Esta palabra se ha conservado relativamente invariable por más de dos milenios:

español
latín
portugués
francés
italiano
alba
albus/alba
alva
aube
alba





catalán
gallego
rumano
occitano
siciliano
alba
alba
alba
alba
abba

Y aquí viene lo interesante: Alba Longa fue la primera civilización latina de la historia, hace unos 3.200 años. Floreció en Italia, en la región del Lacio, en los Montes Albanos. De acuerdo con la tradición, la historiografía y la arqueología, Alba Longa habría estado ubicada en Castel Gandolfo, cerca del lago Albano.
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Castel Gandolfo, con el lago Albano. Wikimedia Commons.

Según la mitología grecorromana, Alba Longa fue fundada por Ascanio, nieto de Anquises, que según unas versiones fue pastor, y según otras príncipe, o bien ambas cosas, y por su medio hermano Silvio, nieto de Latino

Cuando apacentaba los rebaños en el monte Ida, en Tróade, actual Turquía, Anquises fue visitado por la diosa del amor, -Afrodita para los griegos y Venus para los latinos-, que se presentó como una mujer a la que el dios mensajero, -Hermes para los griegos, Mercurio para los romanos-, le había ordenado ser esposa de Anquises.


''El dios me dijo que sería llamada legítima esposa de Anquises, compartiendo su lecho; que pariría, para ti, ilustres hijos''.


Afrodita/Venus le prometió convertirlo en el fundador de un linaje distinguido que no tendrá fin: ''Y los hijos de tus hijos tendrán hijos, y así, para siempre''.


Anquises, seducido y engañado por la diosa, hizo el amor con ella. Claro que no cualquier amor, sino una unión sagrada, la hierogamia de las religiones antiguas. 


''Por deseo y voluntad de los dioses, Anquises, siendo un mortal, compartió el lecho con una diosa inmortal, sin saberlo''. Himnos homéricos.


Encontramos la misma descripción del ritual de hierogamia en un relato todavía más antiguo, la leyenda de Sargón, el héroe de los acadios, hace unos 4.200 años, en lo que hoy es Iraq. Lo cual nos da una idea de la antigüedad de estas tradiciones:


''Mi madre fue una forastera, a mi padre no lo conocí (...) Akki me adoptó, me salvó de las aguas, me hizo su jardinero (...) Mientras yo fui su jardinero, la diosa Ishtar me concedió su amor (...)''. Leyenda de Sargón.
Recreación artística clásica de lo que en época arcaica era un rito religioso.

De la unión sagrada de Anquises y Afrodita/Venus, nació el héroe Eneas, que vio la luz en el monte Ida. Cuando llegó a los cinco años, Anquises lo llevó a Troya o Ilión. Del matrimonio de Eneas y Creusa o Creúsa, nació Ascanio o Iulus (Julio). Según un poema arcaico griego, la Iliupersis o Saqueo de Ilión, cuando Troya fue tomada por los micénicos o aqueos, Eneas consiguió escapar. 

Tras cargar con los Lares y Penates, -es decir con las figuras de divinidades y de antepasados familiares-, con Anquises y Ascanio, seguido muy de cerca por Creusa, la que se habría extraviado por el camino, Eneas huyó con un grupo de troyanos, en unas veinte naves, rumbo a Macedonia.
Eneas carga con su familia durante la huida de Troya. Pintura de Leonello Spada, 1576-1622.

Después de un viaje muy accidentado, una auténtica Odisea, Eneas llegó a las llanuras del Lacio, en Italia, donde lo recibió Latino, héroe epónimo de los latinos o aborígenes, hermano de Grecos, quien también reinaba sobre los tirsenos o etruscos y tenía una hija, Lavinia, que según una profecía no podía casarse con ningún autóctono y en cambio tenía que desposarse con un extranjero que desembarcaría en la región cuyo centro estaba en Laurolavinium o Laurentia

Allí se estableció Eneas quien, reuniendo a todos los pueblos, formó uno solo que se llamó latino en honor al rey Latino, su suegro, quien, al morir se convirtió en el dios Júpiter Latino. Eneas también fundó una ciudad en honor a su esposa, Lavinia, y tuvo con ella un hijo, que se llamó Silvio.
Júpiter Latino era la apoteosis o divinización del rey Latino.
Silvio y Ascanio fundaron, con población de Lavinia, Alba Longa, lo cual habría sucedido en el siglo XII a.C., y dieron origen a dos grandes dinastías de reyes latinos. A la dinastía de Ascanio perteneció Procas, y sus hijos Numítor y Amulio. A la dinastía de Silvio pertenecieron reyes que llevaron nombres como Eneas Silvio, Latino Silvio, Alba, Tiberino Silvio y Rómulo Silvio. Alba Longa consiguió expulsar a los etruscos del Lacio, fijando la frontera con Etruria en el río Tíber, y convirtiéndose en una ciudad muy poderosa, capital de la Liga Latina, hegemonía que duró hasta mediados del siglo VII a.C.

Según la tradición, durante este periodo de florecimiento de Alba Longa, Amulio destronó a Numítor, y a su sobrina Rea Silvia la convirtió en vestal para que no pudiera tener descendencia. Sin embargo Rea Silvia dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo con ayuda de Marte. Amulio, que la encadenó y la encarceló, lanzó a los niños al Tíber. Este relato se parece al del nacimiento de Sargón, de Ciro, y de Moisés. De nuevo, encontramos tradiciones que vinculan al mundo latino con antiguas culturas del Próximo y el Medio Oriente.

''Creyendo ejecutar así la orden del rey, depositaron a los niños en la más cercana charca, donde ahora está la higuera Ruminal o Romular, donde había vastas soledades. Cuenta la tradición, que como la escasez de agua hubiera dejado en seco la cuna flotante en que habían sido depositados los niños, una loba sedienta procedente de los montes cercanos se dirigió al lugar donde sentía el llanto de los pequeños. La loba, agachándose, ofreció sus ubres a los niños con tanta dulzura, que el mayoral del ganado del rey, que se llamaba Fáustulo, la encontró lamiendo a los niños con la lengua; él los llevó a los establos y los dio a su esposa Laurencia para criarlos''. Tito Livio, los orígenes de Roma.  
romulo y remo

Algunas observaciones importantes:

Este conjunto de tradiciones presenta a la raza latina (en su acepción correcta de linaje, estirpe, descendencia, y no de grupo biológico) como una estirpe en constante renovación, lo cual le asegura no solo la supervivencia, sino su propagación infinita, por voluntad de la diosa del amor.

En ningún momento la tradición indica cualidades biológicas, ni siquiera culturales, propias de los latinos. En cambio, el énfasis está puesto, justamente en esa renovación, a través de la exogamia, y sobre todo a través de los cambios: políticos, demográficos, sociales. La estirpe, de origen divino, se vuelve, a causa de esta renovación perpetua, eterna, e infinita.

En un mundo como el actual, donde lo étnico queda caracterizado por la endogamia y el congelamiento cultural, el mensaje de la tradición latina resulta ser un importante valor a preservar.

Leer más en la entrada:

http://cursodecivilizaciondeamericalatina.blogspot.com/2014/09/curso-de-civilizacion-latina-antigua-y.html


 Los primeros latinos

 Publio Virgilio Marón, el primer poeta que convocó a todos los latinos

 José María Torres Caicedo, el poeta que convocó a todos los modernos latinos

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 La formación de una civilización cristiana

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 Joyas de la civilización latina de la Edad Media

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