jueves, 25 de septiembre de 2014

Curso de civilizaciones africanas y afroamericanas

Sumario

Tigre tribal vector El origen de la raza humana y el posible descubrimiento de América por los africanos en el año 1311

Como África es la cuna de la humanidad, el origen de la raza humana es también, el principio de la primera estirpe africana. Y este es el relato del origen de la humanidad, tal como lo han conservado los bambara del bosque de Komo, en Malí, desde donde los mandinga llegaron a las playas de América. Es un relato que tiene algo peculiar, y es que debe contarse en forma de diálogo:

  ''En el principio era Maa Ngala. Pero ¿quién es Maa Ngala? ¿Dónde está Maa Ngala?''.

 ''Maa Ngala es la Fuerza infinita. Nadie puede situarla en el tiempo ni en el espacio. Él es Dombali, lo incognoscible. Él es Dambali, lo no creado, infinito''.
Madalena Pestana. Flickr Photos.

''No existía nada, sino un Ser. Ese Ser era un Vacío viviente, que cobijaba potencialmente las existencias contingentes. El Tiempo infinito era la Mansión de ese Ser Uno. El Ser Uno se dio el nombre de Maa Ngala''.

''Entonces creó a Fan, un huevo maravilloso con nueve divisiones y allí introdujo los nueve estados fundamentales de la existencia. Cuando ese huevo primordial llegó a abrirse, dio nacimiento a veinte seres fabulosos que constituían la totalidad del universo y la totalidad de las fuerzas existentes del conocimiento posible''.

''Pero ¡ay! Ninguna de esas veinte primeras criaturas se mostró apta para llegar a ser el Kuma nyon, el interlocutor, que Maa Ngala había deseado para sí mismo. De manera que Maa Ngala no tenía con quién hablar''.
Reina Madre. Arte bambara. Créditos: Hadley Paul Garland. Flick Photos.

''Entonces, tomó una partícula de cada una de las veinte criaturas existentes, luego las mezcló, insuflando en esa mezcla una chispa de su propio soplo ígneo, y creó un nuevo Ser, el Hombre, a quien dio una parte de su propio nombre: Maa. De suerte que ese nuevo ser contenía, por su nombre y por la chispa divina introducida en él, algo del propio Maa Ngala''.
Recipiente bambara con siete figuras de pie. Museo de Brooklyng. Wikimedia Commons.

''Cuando Maa Ngala hubo creado a su interlocutor Maa, le habló y le dotó al mismo tiempo de la facultad de responder. Al descender de Maa hacia el hombre las palabras eran divinas, porque no habían entrado aún en contacto con la materia. Tras su contacto con la corporeidad, las palabras perdieron algo de su divinidad, pero se cargaron de sacralidad''.

''Maa Ngala enseñó a Maa, su interlocutor, las leyes según las cuales todos los elementos del cosmos fueron formados y continúan existiendo. Le instauró como guardián de su Universo y le encargó vigilar el mantenimiento de la Armonía universal. Por eso le resulta pesado ser Maa''.

''La palabra de Maa Ngala, ya lo hemos visto, se oye, se siente, se gusta, y se toca''.

''La palabra es divinamente exacta, conviene ser exacto con ella. La lengua que falsea la palabra, vicia la sangre de aquel que miente''.

''Presta atención para no contradecirte a ti mismo. Es mejor que el mundo se separe de ti antes de que tú te separes de ti mismo''.

''¡Oh alma de mi maestro, oh almas de los viajeros y antiguos, primeros antepasados iniciadores llegados del Este!''

''Yo voy, según vuestros decires, a contar a mi auditorio cómo han ocurrido las cosas, de vosotros, ya pasados, a nosotros, presentes, para que ese decir sea valiosamente conservado y fielmente trasmitido a los hombres de mañana, que serán nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos''.

(A partir de aquí comienza un nuevo relato).
File:BambaraGirl.jpg
Muchacha bambara de Malí. Créditos: Ferdinand Reus. Wikimedia Commons.

Historia General de África. Tecnos/UNESCO, 1982. Tomo I, ''La tradición oral''.

Algunas observaciones importantes:

  • Los bambara o bamana son un pueblo del Oeste de África, que según sus relatos, emigró del Este, hoy distribuido entre cinco países africanos:
Fuente: Famille.lecamus. Wikipedia. Artículo sobre Bambara. Licencia Creative Commons
  • Entre los años 1235 y 1546 floreció en la zona una formación política que se conoce como ''Imperio de Malí'', o ''Imperio Manden'' cuyo eje vertebrador era el río Níger. Esta civilización era de origen africano, bantú, pero con influencia árabe. Estaba en contacto con distintos pueblos del Norte de África, Egipto, Arabia, pero además, con Europa.
El río Níger, desde su nacimiento hasta su desembocadura. Fuente: Niger-Fluss. Wikimedia. Artículo sobre el río Níger. Licencia Creative Commons
  • Por su parte, el ''Imperio de Malí'', si bien no cubría todo el río Níger, llegaba hasta el Océano Atlántico.
El ''Imperio de Malí'' en el año 1350. Fuente: MALI empire BLANK. Wikimedia. Artículo sobre el Imperio de Malí. Licencia Creative Commons.
  • Existe un texto afroarábigo del siglo XIV, que lleva por título Masalik al Absar, escrito por Ibn Fadlullah al-Umari, en el que un gobernante de Malí relata un viaje de exploraciones hacia el Oeste, que sugiere el cruce del Océano Atlántico. El evento habría tenido lugar en el año 1311.
''El gobernante que me precedió no creía que sería imposible alcanzar el extremo del Océano que rodea la Tierra. Quería alcanzar el fin del mundo y estaba determinado a continuar su plan. De modo que equipó doscientos barcos llenos de hombres, y muchos otros repletos de oro, agua y provisiones suficientes para muchos años. Ordenó que el Capitán no regresara hasta que hubiera alcanzado el otro confín del Océano, o hubiera terminado con todas las provisiones y el agua. Así partieron en su travesía. Estuvieron ausentes durante un largo período, y, al final, solo un barco regresó. Cuando se preguntó al Capitán este respondió: 'Oh Príncipe, nosotros navegamos durante mucho tiempo, hasta que vimos en medio del océano un gran río que corría masivamente. Mi barco era el último, todos los demás estaban delante, y fueron absorbidos en el gran remolino y no volvieron a aparecer jamás. Yo navegué de vuelta para escapar de esta corriente.' Pero el Rey no le creyó. Ordenó que doscientos barcos fueran equipados para él y sus hombres, y mil más con agua y provisiones. Entonces me confió la regencia durante el término de su ausencia, y partió con sus hombres, para no regresar ni dar señales de vida jamás''. Historia General de África, ''Siglos XII a XVI'', Editorial Tecnos/Unesco, 1982, pág. 169


  • Existe una versión sobre la etimología de la palabra Panamá, según la cual el nombre de este país deriva de Bamana, (derivado de Bannaba) que como ya vimos, significa bambara
  • Fray Gregorio García escribió en su tratado El Origen de los Indios del Nuevo Mundo (1606):
''Que es tradición de los indios de Quarequa [Cuarecuá, poblado de Panamá, adonde llegaron Balboa e Hinojosa en 1513] haber sido llevados con tempestad a la tierra que habitaban, desde las costas de Guinea o Etiopía; y en Yucatán era tradición que los pobladores vinieron por Mar de hacia Oriente, o Ceniaj, como llamaban los indios, y creían que desde la isla de Cuba [...] antigua lengua de los de Yucatán [...]''.

''Luis Beltrán halló cerca de Cartagena una isla de negros, y los arquejos, junto a Cutara, están en el nombre publicando su color [probablemente arquejo significara negro en dicha lengua]; y no es extraño, pues los indios de La Española decían haber llegado a ella gente negra, de hacia la parte del sur y sureste que traía azagayas [lanza o dardo arrojadizo] con hierros de guanin [insignia de oro y bronce usada por la nobleza taína; en las lenguas del tronco mande parece que es un término frecuente] [...] que no se ha de despreciar camino alguno por donde pudieren ir los hombres a las Indias después del Diluvio [...]''. (El Origen de los Indios del Nuevo Mundo, Libro IV, Capítulo IV, ''De los etíopes y su población en Yucatán y otras partes de Indias'').

  • En nuestra propia época el guyanés Van Sertima ha planteado la posibilidad de que algunos pueblos de Centroamérica sean descendientes de africanos llegados antes de 1492. Este video nos explica qué dicen las tesis actuales denominadas ''afrocéntricas'':
  • Además del documento escrito que hemos citado, existen tradiciones orales donde se relata este viaje de los mandinga (gente de Malí) hacia el Oeste:
  • En los siglos XVI y XVII se pintaron retratos de la nobleza indígena americana, donde aparecen personas cuyo aspecto sugiere que se trata de indígenas, sí, pero de origen africano. Este retrato es muy interesante porque el personaje aparece vestido como un hidalgo español. Pero las narigueras y orejeras que usa son claramente una señal de su origen indígena. O es un zambo (descendiente de ''indios'', ''negros'' y ''blancos'' simultáneamente) o es un mestizo de origen español o europeo por un lado, y por otro, de indígenas americanos de origen africano. La historia de este personaje dice que no era cristiano y que viajó a Quito para convertirse al cristianismo. El nombre por el cual se lo conocía es muy interesante: Francisco de Arabe. ¿Cuál sería su nombre antes de ser bautizado? ¿Qué religión practicaba?
Detalle del ''Retrato de Los Tres Mulatos de Esmeraldas''. Museo Nacional del Prado, Madrid. Autor: Andrés Sánchez Gallque. Los Tres Mulatos representados son Don Francisco de Arabe y sus hijos Pedro y Domingo.
http://medievalpoc.tumblr.com/post/51471458619/andres-sanchez-gallque-retrato-de-los-tres

  • El Atlas catalán, en sus dos versiones, de 1375 y de 1389, es un documento muy importante. Su autor habría sido el judío mallorquín Cresques Abraham, aunque este dato no es seguro. El autor del mapa tenía, ya en el siglo XIV, un conocimiento muy preciso de Europa, África y Asia. Fue realizado por encargo de la Corona de Aragón. En este mapa, el primero en que se ve una rosa de los vientos y unas coordenadas muy claras, el ''Imperio de Malí'', aparece como una potencia de la época y además aparecen representados los reyes de Malí. Es interesante que este mapa haya sido encargado por un gobernante ibérico. De este dato podemos concluir que en la España del siglo XIV las hazañas de los reyes de Malí eran algo reconocido.

http://es.wikipedia.org/wiki/Atlas_Catal%C3%A1n

Nos recuerda el mapa de Piri Reis, que si bien es de origen turco y fecha posterior (1513), revela el mismo grado de perfección técnica. Piri Reis manifiesta en una inscripción realizada sobre el mapa, que al original lo ha obtenido de alguien que ha estado en contacto con Cristóbal Colón:

  • Para terminar, aunque con esto no está todo dicho, existen retratos de indígenas (cultura mochica) que se estima fueron realizados entre los años 100 y 800, es decir, son muy anteriores a 1492. Entre ellos encontramos personajes de rasgos claramente africanos. Los mochicas fueron, por otra parte, hábiles realizadores de retratos de gran naturalidad y realismo. El momento de florecimiento de este arte es anterior al año 1000: 
Fuente: Museo virtual de cerámica mochica





















  • Nos despedimos con una reflexión sobre el tema misterioso de quién fue Colón, y las todavía más misteriosas circunstancias en que concibió su viaje hacia el Oeste: su encuentro con los restos de una expedición portuguesa que pudo haber llegado al Caribe tras salir de las costas de África; hombres misteriosos, de rostros no europeos ni africanos que visitaban las costas de Europa: Colón encontró en Inglaterra a un hombre y a una mujer que supuso habían venido desde la India por la ruta del Oeste...

  • miércoles, 24 de septiembre de 2014

    Curso de civilizaciones clásicas indoamericanas


     La leyenda de los hermanos Tupí y Guaraní: 6.000 años y más
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    Año 1573. El misionero y poeta Martín del Barco Centenera llega al Río de la Plata con la expedición del Adelantado Juan Ortiz de Zárate. Al llegar a Asunción escucha, de labios de los kari'o, (cofundadores de Asunción, a la que llamaron Tava Guasú) una historia que ya nunca podrá olvidar.
    Atlas de Joan Martines, año 1587. Biblioteca Nacional de España.










    El relato dice que toda América del Sur ha sido descubierta y poblada desde tiempos remotos por dos hermanos que llegaron desde el otro lado del Atlántico, después de sobrevivir a una gran inundación. Barco Centenera, que piensa que le hablan del Diluvio y de la Atlántida, calcula rápidamente una fecha, a partir de la indicada por Platón: 9.000 años antes del propio Platón. Es decir, 10.973 años antes de que la expedición de Ortiz de Zárate arribara al Río de la Plata.

    La versión de los kari'o, pueblo del tronco guaraní, dice lo siguiente: 

    Al principio fue el caos, la neblina originaria. Entonces, Ñamandú se creó a sí mismo bajo la forma de unas raíces, luego un tronco, unas ramas y una copa hasta que tomó la forma de un árbol. Después su corazón comenzó a resplandecer hasta que la luz disipó las tinieblas. Ñamandú, el autocreado, creó también la Palabra creadora y los elementos fundamentales: el sol y el fuego, el agua, la lluvia y el trueno, la bruma, el humo y la niebla.
    Selva nublada. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Fev














    Después cruzó dos varas y sobre ellas asentó la Tierra. Para que los vientos no la movieran, la aseguró con cinco palmeras pindó cósmicas: una en el Centro, y las otras cuatro en cada extremo, de manera que una daba al Poniente, otra al Norte, otra al Oriente y otra al Sur. Al Poniente está Karaí, el fuego y el sol; al Norte están los vientos nuevos; al Oriente está Tupá, la luz y la morada del Sol, mientras que del Sur vienen los vientos fríos originarios. Sobre esas columnas también apoyó el firmamento. Alrededor de esta Tierra colocó el mar, el día y la noche, y en ella las plantas, los animales y los hombres, pero de todas las cosas tuvo la precaución de hacer un original (que colocó en su Morada) y una copia. El propio Ñamandú se hizo un compañero, Ñanderú.
    Palmera pindó. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Mmcknight4



    Pero entonces, Ñamandú y Ñanderú extrañaban la falta de una mujer. Y para crearla, hicieron una olla de barro y la taparon; cuando la destaparon, surgió Ñandesy. Contra la voluntad de Ñamandú, Ñandesy hizo el amor con ellos dos, y quedó embarazada de los dos: concibió mellizos. Ñamandú, contrariado, se fue a su Morada, pero Ñandesy, arrepentida lo fue a buscar. Sin embargo, por el camino, la devoraron los yaguaretés cósmicos. Pero los mellizos no murieron, porque la abuela de los yaguaretés los salvó y los crió. Ñamandú, apenado, revivió a Ñandesy.
    File:Jaguarpickingupcub08.jpg
    Yaguaretés. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: John Harrison Flickr Photos
    Mientras tanto Tupá, que había creado los genios, monstruos, divinidades menores, y cierto tipo de animales, quiso poner a prueba a uno de ellos, Añá, que era tío de los mellizos. Así, Tupá y Aña, competían, creando figuritas de arcilla a las que después dotaban de vida. Pero Tupá, siempre vencía. Por ejemplo, si Tupá creaba las aves, Añá, queriendo imitarlo, no conseguía más que crear sapos y ranas; si Tupá creaba un tornasolado picaflor, Añá, queriendo emularlo, no conseguía dar vida sino a un repugnante murciélago. Así también, mediante estas ceremonias buenas y malas, fueron creados los seres humanos.
    Cerámica de Itá. Trabajos de Rosa Britez. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Aterovi
    Después de esto Añá quiso probar a los mellizos. Buscó todas las formas posibles de engañarlos, de perderlos, de confundirlos. Pero al final, los mellizos lograron llegar a la Morada de su padre Ñamandú y de su madre Ñandesy, y ponerse a salvo.

    Entonces Añá concibió el plan de engañar a un hombre llamado Jeupié, convenciéndolo de que hiciera el amor con la hermana de su padre. Esto provocó la ira de Ñamandú, quien envió un Diluvio que acabó con aquella Tierra primigenia. Pero como Ñamandú tenía siempre la precaución de hacer una copia de todo, hizo entonces otra Tierra como esa, aunque más imperfecta. A la primera Tierra se la llamó Yvy Tenondé o Yvymara'eỹ, a la segunda Tierra se la llamó Yvy Pyahu; pero los hombres nunca se conformaron con Yvy Pyahu, porque es imperfecta; extrañan a Yvymara'eỹ, porque era más perfecta, y la buscan en sus sueños, trances, y migraciones.


    Pueblos originarios de la Amazonia. Proyecto retratos. Autor: Daniel Zanini H. Flikr Photos.




























    Pero entonces había un profeta Tamandaré que anunció a los hombres de Yvymara'eỹ el Diluvio Universal, Mba'e-megua guasú. Y dos hermanos, que se llamaban Tupí y Guaraní, subiéndose a dos palmeras pindó cósmicas, de las cinco que había plantado Ñamandú, lograron salvarse del Diluvio. Eran hijos de Tapeykuá, (llamado también Áuar) un hombre primigenio de la Tierra primigenia surgido del agujero del Océano primigenio.

    Tupí y Guaraní, la primera raza de seres humanos, cruzaron las aguas que había dejado el Diluvio hasta llegar a la nueva Tierra. Enciclopedia Hispano Americana, Nueva York y Barcelona, hacia 1914. Artículo sobre Paraguay.


    Según la tradición, habrían desembarcado en las costas de Brasil, en Cabo Frío, donde se han hallado restos arqueológicos que tienen 6.000 años de antigüedad:

    ''Por la antiquísima tradición que corría en esos tiempos entre los indios guaraní, referían estos que dos hermanos con sus familias, de la parte del mar llegaron embarcados a Cabo Frío, y después al Brasil. Por todas partes buscaron otros hombres que les hiciesen compañía. Pero los montes, las selvas y campiñas solo estaban habitadas de fieras, tigres y leones [yaguaretés, colocolos, etc]. Con esto se persuadieron ser ellos los únicos habitadores del terreno, y resolvieron levantar ciudades para su morada, las primeras, según ellos decían, de todo el país''. José Guevara, Historia de la conquista del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán, 1882.

    Otra versión indica que se establecieron a orillas del río Araguay, en el corazón del Mato Grosso. Desde allí emprenderían migraciones en sentido Este Oeste o también en sentido circular, llegando a Paraguay, las Guayanas y Uruguay. Los descendientes de Tupí, el mayor, se expandieron por las costas de Brasil, y los de Guaraní, el menor, por Paraguay y el interior de América del Sur.

    La historia de Tupí y Guaraní, desde que llegaron a la Tierra Nueva, imperfecta, hasta que se separaron, es la siguiente:

    ''Eran verdaderos Kü'imba'e (dueños de su lengua), respetuosos y solidarios, el uno con el otro. Pero, un día, las esposas disputaron por la posesión de un loro grande y hablador. Como eran Kü'añá (lengua de Añá), armaron tal riña que fue imposible reconciliarlas. A raíz de la desavenencia de sus mujeres, los hermanos comprendieron que la tribu había crecido tanto que resultaba imposible seguir todos juntos. Se separarían en dos grupos, expandiéndose por territorios diferentes. Decidieron que uno de los grupos emigraría hacia el Oeste y el otro al Este''.


    La historia de Tupí y Guaraní entusiasmó a Martín del Barco Centenera, que la incluyó en un poema épico, que terminó de escribir en 1601, La Argentina. A través de su imaginación, Barco Centenera intenta recrear la travesía marítima que aparece referida en la tradición de los kari'o, y que el poeta identificó con un épico cruce del Océano Atlántico luego del hundimiento de la Atlántida. 

    Además, suponía que los tupí guaraníes eran de origen ibérico, más precisamente extremeño, de donde habían sido expulsados en tiempos remotos por los jafetitas (los descendientes de Jafet), luego de haber intentado conquistar la Península Ibérica en sangrientas guerras caníbales prehistóricas. Barco Centenera llegó a esta hipótesis después de haber leído a Platón, quien sostenía que los habitantes de la Atlántida había tratado de conquistar Grecia antes del hundimiento de la Atlántida, es decir hace unos 11.500 años.

    ''Expulsos de la tierra, fabricaron/ los barcos y bateles que pudieron/ y a priesa muchos de ellos se embarcaron,/ y sin aguja al viento velas dieron/ A las furiosas aguas se entregaron, / y así de Extremadura se salieron; / y a las islas, que dicen Fortunadas, / aportan con sus barcos destrozados''.

    '[...] Llegando, pues, allí, ya reformadas/ sus barcas y bateles, con gran brío,/ tornáronse a entregar a las hinchadas/ ondas del bravo mar a su albedrío. /Los barcos iban rotos, destrozados,/ cuando tocaron tierra en Cabo Frío,/ que es tierra del Brasil, yendo derecho/ al Río de la Plata y al Estrecho''.

    Como prueba del parentesco de los guaraníes con los ibéricos, presentó el padre Gregorio García, en su Tratado de los Indios del Nuevo Mundo, escrito en el siglo XVI, la palabra tuval o tubal, que mientras en guaraní significa ''padre'', en la Biblia es el nombre del antepasado común de un pueblo que podría identificarse con los ibéricos.

    Algunas observaciones importantes:

    • En la España renacentista de los siglos XVI-XVII ya se admitía la idea de que la antigüedad del hombre en América podía superar los 10.000 años. Aunque haya sido calculada siguiendo procedimientos diferentes, lo importante en este caso es el reconocimiento de que la cultura indígena americana podía tener un origen muy antiguo. A la escuela de arqueología norteamericana le costó todo el siglo XX llegar a esta idea.
    • La tradición guaraní (más exactamente, caria) sobre el origen de la raza (en el sentido de estirpe, descendencia, y no en el sentido de grupo biológico) no señala cualidades físicas, ni siquiera culturales determinantes de la estirpe tupiguaraní. En cambio, el énfasis está puesto en la idea de la descendencia a partir de un linaje primigenio que sobrevivió al Diluvio luego de vencer una serie de dificultades.
    • El dualismo. En el relato descubrimos un ciclo divino, protagonizado por los mellizos míticos y un ciclo humano, donde dos hermanos, Tupí y Guaraní, abandonan la Tierra antigua, anegada por el Diluvio y navegan hasta la Tierra nueva luego de haber permanecido un tiempo sobre dos palmeras cósmicas. Además, encontramos la lucha entre Tupá, principio positivo, y Añá, principio negativo. 
    • El linaje que sobrevive al Diluvio no es completamente guaraní ni completamente tupí, sino tupiguaraní. La idea que se intenta trasmitir es que los pueblos suramericanos están emparentados entre sí, y que no existen etnias puras.
    • Esta tradición conserva la conciencia y la memoria del descubrimiento de América antes de Cristóbal Colón: ''Por todas partes buscaron otros hombres que les hiciesen compañía. Pero los montes, las selvas y campiñas solo estaban habitadas de fieras, tigres y leones [yaguaretés, colocolos, etc]. Con esto se persuadieron ser ellos los únicos habitadores del terreno, y resolvieron levantar ciudades para su morada, las primeras, según ellos decían, de todo el país''. (Versión de José Guevara). 
    • Para Martín del Barco Centenera, este desembarco se habría producido en el año 10.973 antes de la expedición de Ortiz de Zárate al Río de la Plata, es decir, hacia el año 11.414 antes de nuestro presente. La referencia sería la cronología de Platón sobre la Atlántida.
    • Cabo Frío es un lugar de Brasil donde se han descubierto restos arqueológicos de hasta 6.000 años de antigüedad, entre ellos, un esqueleto bien conservado de más de 2.000 años de antigüedad:


    • Por otro lado, las observaciones antropológicas permiten confirmar que los pueblos que habitan entre el Océano Atlántico y la cordillera de los Andes, como los tupinambá, los mbya guaraní, los chiriguanos, están emparentados entre sí, pertenecen a un tronco común. El relato de Martín del Barco Centenera en su poema La Argentina, coincide, a grandes rasgos, con la realidad:

    ''Poblando y conquistando han alcanzado (los tupiguaraní)
    del Perú las nevadas cordilleras,
    a cuyo pie ya tienen subyugado
    el río Pilcomayo y sus riberas.
    Muy cerca de la sierra han sujetado
    a gentes muy valientes y guerreras
    en el río Condorillo y Yesuí,
    y en el grande y famoso Guapaí''.

    Según la tradición, una parte de los tupiguaraní pobló Brasil. Entre ellos tenemos a los tupinambá. Presentamos a continuación un documental brasileño sobre el tema. Otra parte de los tupiguaraní se adentró en América del Sur hasta llegar a la región andina. Entre los descendientes de este grupo tenemos a los chiriguanos. Presentamos, en segundo lugar, un documental argentino sobre este pueblo.

    VIDEO; ''Matriz Tupí''. Sobre texto del antropólogo Darcy Ribeiro. Narrado en portugués.




    VIDEO: ''Ñande ereko'' (Nuestra cultural). Canal Encuentro

    Curso de civilización latina antigua y medieval

    Sumario
    d
     Una coincidencia extraordinaria
    n
















    Esta foto de Marco Beltrametti se titula ''Alba en Burbujas de Magadino''. Se puede apreciar el original en flickr.com, bajo el título original Alba alle Bolle di Magadino.

    En español, y en otras lenguas latinas, el alba es, o bien el último cuarto de la noche, o bien la primera luz del día. No tanto el amanecer, sino su instante prístino, claro y puro. Alba y albo también denotan blancura, de ahí que se llame así a la túnica de lino que se usa en los oficios religiosos. Esta palabra se ha conservado relativamente invariable por más de dos milenios:

    español
    latín
    portugués
    francés
    italiano
    alba
    albus/alba
    alva
    aube
    alba





    catalán
    gallego
    rumano
    occitano
    siciliano
    alba
    alba
    alba
    alba
    abba

    Y aquí viene lo interesante: Alba Longa fue la primera civilización latina de la historia, hace unos 3.200 años. Floreció en Italia, en la región del Lacio, en los Montes Albanos. De acuerdo con la tradición, la historiografía y la arqueología, Alba Longa habría estado ubicada en Castel Gandolfo, cerca del lago Albano.
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    Castel Gandolfo, con el lago Albano. Wikimedia Commons.

    Según la mitología grecorromana, Alba Longa fue fundada por Ascanio, nieto de Anquises, que según unas versiones fue pastor, y según otras príncipe, o bien ambas cosas, y por su medio hermano Silvio, nieto de Latino

    Cuando apacentaba los rebaños en el monte Ida, en Tróade, actual Turquía, Anquises fue visitado por la diosa del amor, -Afrodita para los griegos y Venus para los latinos-, que se presentó como una mujer a la que el dios mensajero, -Hermes para los griegos, Mercurio para los romanos-, le había ordenado ser esposa de Anquises.


    ''El dios me dijo que sería llamada legítima esposa de Anquises, compartiendo su lecho; que pariría, para ti, ilustres hijos''.


    Afrodita/Venus le prometió convertirlo en el fundador de un linaje distinguido que no tendrá fin: ''Y los hijos de tus hijos tendrán hijos, y así, para siempre''.


    Anquises, seducido y engañado por la diosa, hizo el amor con ella. Claro que no cualquier amor, sino una unión sagrada, la hierogamia de las religiones antiguas. 


    ''Por deseo y voluntad de los dioses, Anquises, siendo un mortal, compartió el lecho con una diosa inmortal, sin saberlo''. Himnos homéricos.


    Encontramos la misma descripción del ritual de hierogamia en un relato todavía más antiguo, la leyenda de Sargón, el héroe de los acadios, hace unos 4.200 años, en lo que hoy es Iraq. Lo cual nos da una idea de la antigüedad de estas tradiciones:


    ''Mi madre fue una forastera, a mi padre no lo conocí (...) Akki me adoptó, me salvó de las aguas, me hizo su jardinero (...) Mientras yo fui su jardinero, la diosa Ishtar me concedió su amor (...)''. Leyenda de Sargón.
    Recreación artística clásica de lo que en época arcaica era un rito religioso.

    De la unión sagrada de Anquises y Afrodita/Venus, nació el héroe Eneas, que vio la luz en el monte Ida. Cuando llegó a los cinco años, Anquises lo llevó a Troya o Ilión. Del matrimonio de Eneas y Creusa o Creúsa, nació Ascanio o Iulus (Julio). Según un poema arcaico griego, la Iliupersis o Saqueo de Ilión, cuando Troya fue tomada por los micénicos o aqueos, Eneas consiguió escapar. 

    Tras cargar con los Lares y Penates, -es decir con las figuras de divinidades y de antepasados familiares-, con Anquises y Ascanio, seguido muy de cerca por Creusa, la que se habría extraviado por el camino, Eneas huyó con un grupo de troyanos, en unas veinte naves, rumbo a Macedonia.
    Eneas carga con su familia durante la huida de Troya. Pintura de Leonello Spada, 1576-1622.

    Después de un viaje muy accidentado, una auténtica Odisea, Eneas llegó a las llanuras del Lacio, en Italia, donde lo recibió Latino, héroe epónimo de los latinos o aborígenes, hermano de Grecos, quien también reinaba sobre los tirsenos o etruscos y tenía una hija, Lavinia, que según una profecía no podía casarse con ningún autóctono y en cambio tenía que desposarse con un extranjero que desembarcaría en la región cuyo centro estaba en Laurolavinium o Laurentia

    Allí se estableció Eneas quien, reuniendo a todos los pueblos, formó uno solo que se llamó latino en honor al rey Latino, su suegro, quien, al morir se convirtió en el dios Júpiter Latino. Eneas también fundó una ciudad en honor a su esposa, Lavinia, y tuvo con ella un hijo, que se llamó Silvio.
    Júpiter Latino era la apoteosis o divinización del rey Latino.
    Silvio y Ascanio fundaron, con población de Lavinia, Alba Longa, lo cual habría sucedido en el siglo XII a.C., y dieron origen a dos grandes dinastías de reyes latinos. A la dinastía de Ascanio perteneció Procas, y sus hijos Numítor y Amulio. A la dinastía de Silvio pertenecieron reyes que llevaron nombres como Eneas Silvio, Latino Silvio, Alba, Tiberino Silvio y Rómulo Silvio. Alba Longa consiguió expulsar a los etruscos del Lacio, fijando la frontera con Etruria en el río Tíber, y convirtiéndose en una ciudad muy poderosa, capital de la Liga Latina, hegemonía que duró hasta mediados del siglo VII a.C.

    Según la tradición, durante este periodo de florecimiento de Alba Longa, Amulio destronó a Numítor, y a su sobrina Rea Silvia la convirtió en vestal para que no pudiera tener descendencia. Sin embargo Rea Silvia dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo con ayuda de Marte. Amulio, que la encadenó y la encarceló, lanzó a los niños al Tíber. Este relato se parece al del nacimiento de Sargón, de Ciro, y de Moisés. De nuevo, encontramos tradiciones que vinculan al mundo latino con antiguas culturas del Próximo y el Medio Oriente.

    ''Creyendo ejecutar así la orden del rey, depositaron a los niños en la más cercana charca, donde ahora está la higuera Ruminal o Romular, donde había vastas soledades. Cuenta la tradición, que como la escasez de agua hubiera dejado en seco la cuna flotante en que habían sido depositados los niños, una loba sedienta procedente de los montes cercanos se dirigió al lugar donde sentía el llanto de los pequeños. La loba, agachándose, ofreció sus ubres a los niños con tanta dulzura, que el mayoral del ganado del rey, que se llamaba Fáustulo, la encontró lamiendo a los niños con la lengua; él los llevó a los establos y los dio a su esposa Laurencia para criarlos''. Tito Livio, los orígenes de Roma.  
    romulo y remo

    Algunas observaciones importantes:

    Este conjunto de tradiciones presenta a la raza latina (en su acepción correcta de linaje, estirpe, descendencia, y no de grupo biológico) como una estirpe en constante renovación, lo cual le asegura no solo la supervivencia, sino su propagación infinita, por voluntad de la diosa del amor.

    En ningún momento la tradición indica cualidades biológicas, ni siquiera culturales, propias de los latinos. En cambio, el énfasis está puesto, justamente en esa renovación, a través de la exogamia, y sobre todo a través de los cambios: políticos, demográficos, sociales. La estirpe, de origen divino, se vuelve, a causa de esta renovación perpetua, eterna, e infinita.

    En un mundo como el actual, donde lo étnico queda caracterizado por la endogamia y el congelamiento cultural, el mensaje de la tradición latina resulta ser un importante valor a preservar.

    En el periodo arcaico, la tradición señala una serie de hitos en dicho proceso de renovación:

    • En un primer momento, los latinos aparecen como un antiquísimo pueblo autóctono del Lacio, los aborígenes. Toman su nombre del rey Latino, que sería contemporáneo de la destrucción de Troya, evento que tuvo lugar en el año 1250 a.C., es decir, hace unos 3.264 años.
    • Latino reina sobre un pueblo que es una mezcla de culturas: junto con los latinos, hay etruscos y griegos.
    • Con apoyo en una profecía, Latino impulsa la primera gran renovación: unir a su pueblo con otro pueblo que llegará del otro lado del mar. Este pueblo resultan ser los troyanos, dirigidos por Eneas.
    • Eneas reúne a troyanos, latinos, griegos y etruscos, y forma, en Laurolavinium o Laurencia, un solo pueblo, que toma el nombre de latino, en honor al rey Latino, divinizado como Júpiter Latino. Eneas también funda en honor a su esposa, la colonia latina de Lavinia.
    • El otro gran momento de esta renovación ocurre cuando el troyano Ascanio y el latino Silvio fundan Alba Longa, donde luego reinan dos dinastías, una de origen troyano, otra de origen troyanolatino.
    • Una nueva etapa comienza cuando Rea Silvia, descendiente de Eneas, de la estirpe latina de los Silvios, se une con el dios Marte para formar una nueva línea de reyes etruscolatinos: Rómulo y Remo.
    Junto con la observación de que existen correspondencias entre estos mitos fundacionales con los mitos fundacionales de Asia Menor y el Medio Oriente, hay que hacer notar el énfasis que la tradición pone en el principio de dualidad:
    • Rómulo y Remo, los fundadores de Roma son mellizos.
    • Alba Longa es fundada por dos medio hermanos: Ascanio y Silvio, quienes a su vez representan a dos pueblos: troyano y latino.
    • Los latinos nunca aparecen como un grupo étnico puro, siempre son latinos y algo más: troyanolatinos, etruscolatinos, grecolatinos.

    viernes, 19 de septiembre de 2014

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    Feria de San Telmo, Buenos Aires, Argentina. Créditos: Gilmar Mattos/Flickr

    La civilización que se extiende desde el Atlántico y el Caribe hasta el Pacífico, y desde Norteamérica hasta la Antártida, no tiene un nombre preciso. ¿Por qué llamarla entonces, América Latina? Porque sus límites geográficos exactos y cualidades antropológicas también se nos escapan. Ni el Caribe ni el Atlántico, ni el Pacífico, ni Norteamérica o la Antártida son murallas para la civilización de América Latina. Al contrario, son puertas por donde su influencia se abre al mundo.

    De acuerdo con los criterios que definen el ámbito geográfico por el que se extiende esa confederación cultural -y algo más- que es la Conferencia Iberoamericana, estos límites bien podrían estirarse hasta Bélgica y Holanda. Aunque sea una idea poco conocida, hay vínculos históricos y culturales que nos unen a Bélgica y Holanda desde el siglo XVI. En ese entonces había un Imperio carolino que las unía con el continente americano; hoy tenemos un país llamado Surinam que es miembro de la CELAC, de UNASUR, de Petrocaribe. De ahí que una de las lenguas cooficiales de estas organizaciones sea el neerlandés.

    Países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Lenguas cooficiales: español, portugués, francés, inglés y neerlandés. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Hpav7.
    Pero si comenzamos nuestro análisis por el Norte de Europa fue porque por alguna parte había que empezar. El mapa de países miembros de la Conferencia Iberoamericana habla por sí mismo, y podríamos haber comenzado por cualquier otro punto geográfico:
    Mapa de los países que participan en las Cumbres Iberoamericanas.
    Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Hidra92.
    Referencias: En AZUL, países miembros de pleno derecho; en ROJO, miembros asociados (Guinea Ecuatorial, Filipinas, etc); en AMARILLO, miembros que han solicitado su ingreso (poco visible en el mapa, se encuentra en este caso la isla de Timor en el archipiélago malayo, al sur de Indonesia y Filipinas; y Belice en Centroamérica); en VERDE, miembros que podrían incorporarse en un futuro.


    Para seguir con el ejemplo: ¿qué tienen en común con nosotros Bélgica y Holanda o Países Bajos?
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    Este es un célebre cuadro que se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid. Su autor fue el pintor flamenco Rogier van der Weyden, que vivió entre 1400 y 1464. El cuadro se conoce como El DescendimientoLos reyes de España se dedicaban -entre otras cosas- a descubrir valores artísticos, y compraron muchas obras de la escuela de pintura flamenca, entre ellas, El Descendimiento.

    Flandes es una de las tres regiones que componen Bélgica, junto con Valonia y Bruselas. Sus idiomas oficiales son el neerlandés y el francés. Durante la Edad Media florecieron en ella ciudades como Gante, Brujas e Ypres. En 1384, esta zona quedó bajo el dominio de los duques de Borgoña, y en 1477, de la dinastía de los Habsburgo, que reinó en España entra 1516 y 1700. 

    Carlos I, uno de sus miembros más destacados, nieto de los Reyes Católicos Fernando e Isabel, nació en Gante en 1500, y murió en Yuste, España, en 1558. Carlos heredó por línea materna su derecho a la Corona de Castilla, que estaba asociada con lo que hoy llamamos América; pero en aquel entonces los europeos creían que formaba parte de Asia y llamaban Indias, de manera que a sus habitantes se los conocía como indios. Fue por este camino un tanto laberíntico, pero propio del universalismo renacentista -tan distinto del sectarismo y el separatismo propios de nuestra época- que los flamencos quedaron conectados con los indios.

    El parentesco de los Habsburgo con los Trastámara (1369-1555), y de estos con la Casa de Borgoña, hizo del heredero común, el César Carlos I de España, (hijo de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, y nieto de Maximiliano I de Habsburgo y María de Borgoña), así como de su madre, la Reina Juana, soberanos de los dos hemisferios de la Tierra.

    En 1520, el César Carlos y Juana de Castilla, la Reina Madre, eran, por cuestiones de herencia dinástica, no de conquista militar, 

    ''Reyes de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Ierusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algecira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias, islas y tierra firme del Mar Océano, Condes de Barcelona, señores de Vizcaya y de Molina, Duques de Atenas y de Neopatria, Condes de Ruisellón y de Cerdeña, Marqueses de Oristán y de Gorciano, Archiduques de Austria, Duques de Borgoña de Bravante''.

    Este mosaico de reinos -aunténtica ''colcha de retazos'' si se nos permite la expresión popular- llegó a verse con el tiempo como un solo reino, llamado ''de España e Indias'', donde España no era el nombre de un Estado ni de una nación, sino de una región, de límites un tanto indefinidos, formada incluso por otras regiones, y las Indias, confundidas con Asia y en gran parte desconocidas -''por descubrir''-, el nombre de una región todavía más indefinida.

    Ahora bien: el 14 de septiembre de 1519, y el 9 de julio de 1520, se dictaron dos Reales Cédulas por las cuales, dentro de este mundo de regiones quedó constituido como unidad jurídica, el Reino de Indias. La primera se dictó para la isla La Española (actuales Repúblicas de Haití y Dominicana), la segunda, genérica, estableció que Las Indias -el continente americano y parte del asiático-, junto con sus islas y costas, integraba desde entonces y para siempre, un único Reino, separado, indivisible e inalienable, con el mismo estatus jurídico que los demás Reinos bajo aquella Corona que compartían a medias el César Carlos y la Reina Juana.

    ''Que las Indias Occidentales, Islas, y Tierra Firme del Mar Océano, descubiertas y por descubrir, con todos sus pueblos, sean de la Corona Real de Castilla y León, y no se puedan enajenar, todas, ni parte de ellas, por ningún título, ni causa, perpetuamente, y la enajenación que se hiciere, sea en sí ninguna''.

    Carlos y Juana se lo prometieron y juraron a los descubridores y pobladores: ''Y porque es nuestra voluntad y lo hemos prometido y jurado, que siempre permanezcan unidas para su mayor perpetuidad y firmeza, prohibimos la enajenación de ellas''.

    Lo cual significa muchas cosas, todas ellas poco conocidas y teñidas por estereotipos y prejuicios:
    • América NO era propiedad de España;
    • SÍ, en cambio, estaba vinculada a la Corona de Castilla y León (NO a Castilla y León);
    • Por estas circunstancias, constituía, un único Reino, indivisible e inalienable: no podía ser vendido, dividido, ni cedido de ninguna forma a otro soberano de Europa o del mundo.
    • A través de España, América conectaba con el mundo, y el mundo con América.
    Si el lector ha tenido la paciencia de seguirme hasta este punto, ahora le pido que preste atención a una cuestión bien interesante, y es la siguiente:
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    En 1545, la dinastía europea de los Habsburgo, representada por Carlos I de España, se vinculó con la dinastía americana de los Incas, cuyo heredero era, en esa fecha, Sayri Tupac, hijo de Manco Capac II, fallecido en 1544, soberano del Tawantinsuyu, el Reino de ''las Cuatro Regiones'' del mundo por ellos conocido, que se extendía a través de toda la cordillera de los Andes y la costa del Pacífico de América del Sur. El reconocimiento se obtuvo gracias a la mediación del Virrey del Perú, Andrés Hurtado de Mendoza (el Virrey era el representante del Rey en América, con la misma dignidad):

    ''Os otorgamos estos privilegios de acuerdo con nuestros deseos porque queremos ligar ambas coronas para constituir un buen gobierno y paz en el Reino de las Indias''.

    En la Nueva Coronica y Buen Gobierno, obra bilingüe castellanoquechua que Don Felipe Guaman Poma de Ayala, del linaje de los Príncipes del Tawantinsuyo terminó de escribir a principios del siglo XVII, el Inca Sayri Tupac aparece representado de esta manera:

    Andrés Hurtado de Mendoza y Sayri Túpac, según Felipe Guaman Poma de Ayala. Lámina del tratado indohispano conocido como Nueva Coronica y Buen Gobierno, que es al mismo tiempo una crónica y un propuesta de reformas.

    Así fue como llegó a existir el Reino de las dos Coronas; la Corona de Castilla y León (a través de la cual el Imperio carolino de Carlos I se vinculaba con América), y la Corona de los Incas, reconocida como tal y cuyos representantes tenían el mismo estatus jurídico y social que la nobleza europea. El Reino de las Dos Coronas era como decir el Reino de los Dos Hemisferios, representados por las dos Columnas de Hércules: 
    Lema Plus Ultra en el Ayuntamiento de Sevilla. Corresponde al periodo del reinado de Carlos I. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Ignacio Gavira.
    Cuando Sayri Tupac llegó a ser Inca tenía solo 9 años. Como en 1534 Francisco Pizarro se había asentado en el Cusco, en Perú, Sayri Tupac se estableció en Vilcabamba, en lo que es la actual República de Ecuador. La escena representada más arriba reproduce el momento en que Andrés Hurtado de Mendoza y Sayri Tupac se reúnen en Lima. En parte como resultado de esta reunión, Sayri Tupac se convirtió al catolicismo y tomó el nombre de Diego. Cuando falleció, en 1561, en Yucay, su medio hermano Titu Cusi Yupanqui se convirtió en el III Inca de Vilcabamba.

    Expedición para la investigación de las ruinas de la antigua Vilcabamba en 1976. Dirigida por los arqueólogos polacos  Tony Halik y Elzbieta Dzikowska. 

    Lo que importa de este relato es la forma cómo muchas historias se fueron entrelazando hasta formar un auténtico tejido social, cultural y político entre pueblos diferentes y físicamente distantes, unos en Gante y otros en Vilcabamba. 

    A pesar de la unión y de la integración, es muy difícil establecer qué tenían en común estos pueblos entre sí, qué tienen en común ahora. En Europa, se podría decir que esa unidad proviene de una base cultural latina, dicho en sentido amplio: no solo como herencia lingüística del latín, sino de muchas otras manifestaciones culturales, la mayor parte de las cuales, no se desarrollaron en la Antigüedad clásica griega y romana, sino durante la Edad Media. Todo un mundo cultural latino marcado por influencias celtas, germánicas, árabes, sirias, bereberes. Una comunidad unida por una religión: la Cristiandad

    Esa Cristiandad medieval es la que florece durante la Baja Edad Media con el Humanismo, y durante la Época Moderna con el Renacimiento y el Barroco. Pasaría mucho tiempo antes de que dejara de verse como Cristiandad de raíz latina. Restos de esa antigua unidad son lenguas como el español, portugués, gallego, catalán, italiano, francés, provenzal, pero también rumano, romanche, sardo, valón, etc, las llamadas lenguas romances de Europa. Pero siempre debemos tener presente que la herencia latina de Europa no se reduce solo a las lenguas latinas. También se refleja en el Arte, en el Derecho, en la Literatura, en la Política, en la Filosofía, en la Ciencia, en los elementos de infraestructura que proporcionan el confort propio de la civilización europea (como los acueductos y carreteras), incluso entre pueblos que no hablan lenguas latinas.

    Lenguas romances de Europa. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Prestonpans.
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    Luego tenemos una difusión mundial de las lenguas romances, sobre todo a partir del siglo XV:

    Difusión de las lenguas romances en el mundo. Fuente: Wikimedia Commons. 
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    A fines del siglo XVI ocurre un acontecimiento de máxima importancia, que no podemos dejar de comentar: 

    En 1580, Felipe II, hijo de Carlos I de España y de Isabel de Portugal, heredó de su abuelo el Reino de Portugal, Brasil y Algarve o Algarbes. De manera que hasta 1640, en que fue proclamada la dinastía de los Braganza en Portugal, también formaron parte del Reino de España e Indias, la costa occidental de África, las islas del Atlántico Sur descubiertas por los portugueses, como Ascensión y Santa Elena, parte de la India, Ceilán e Insulindia, además de Brasil.

    Dicho Reino extendido, -''descubierto o por descubrir''- fue heredero de la Cristiandad, -la comunidad religiosa europea de la Edad Media- y del ideal de Estado ecuménico o universal de los humanistas del 1500. Felipe II, la cabeza europea de estos vastos dominios, nació en 1527 en Valladolid y murió en 1598 en San Lorenzo del Escorial. Fue Rey de España, Portugal, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Duque de Milán, soberano de los Países Bajos y Duque de Borgoña, rey de Inglaterra e Irlanda jure uxoris, es decir por razón de vínculos matrimoniales. Lo sucedió Felipe III, Rey de España y Portugal entre 1598 y 1621. Su heredero Felipe IV reinó hasta 1665; hasta 1640, fue Rey, no solo de España e Indias, sino de Portugal, Brasil y Algarve.

    De manera que el mapa de España e Indias, Portugal, Brasil y Algarve (y algo más) lucía así: 


    Podemos encontrar muchas semejanzas entre este mapa de la Unión Ibérica y el mapa actual de la Conferencia Iberoamericana que ya vimos más arriba:
    Mapa de los países que participan en las Cumbres Iberoamericanas.
    Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Hidra92.
    Referencias: En AZUL, países miembros de pleno derecho; en ROJO, miembros asociados (Guinea Ecuatorial, Filipinas, etc); en AMARILLO, miembros que han solicitado su ingreso (poco visible en el mapa, se encuentra en este caso la isla de Timor en el archipiélago malayo, al sur de Indonesia y Filipinas; y Belice en Centroamérica); en VERDE, miembros que podrían incorporarse en un futuro.
    Estas semejanzas no son porque sí, ni de casualidad. Lo que tenemos ante nuestros ojos es una auténtica herencia histórico-cultural. Algo que conecta Gante con Vilcabamba. Lo que nos interesa de esta herencia histórico-cultural es esa urdimbre capaz de poner en contacto a los pueblos y de hermanarlos.

    Por el principio de sucesión de los Estados, el Reino de España e Indias, de Portugal, Brasil y Algarves -más allá de sus vicisitudes históricas- es el antecedente más importante de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, fundada en 1991; de América Latina, con sus 21 millones de km2 y 600 millones de habitantes, hoy nucleada íntegramente en la CELAC; y en general, de todos los proyectos de integración regional.

    En su suelo, pueblos de orígenes diversos aprendieron a convivir en una misma Patria Grande, y entendieron que tenían un destino común. De ahí que el Reino de España e Indias sea también el antecedente del ejercicio continuo de la soberanía popular y de la autodeterminación de los pueblos, dentro de unos Estados nacionales cuyos límites territoriales siguen los que en su día tuvo aquel. Por esos ideales político-sociales se vivió y se luchó, y muchos hombres, mujeres y niños murieron y sufrieron.

    La Junta de 1808, formada en la circunstancia excepcional de reversión de la soberanía cuando Fernando VII estaba prisionero, reiteró la idea de unidad e indivisibilidad en el Juramento de Aranjuez:

    ''No oír ni admitir proposición alguna de paz sin que se restituyese a su trono al soberano legítimo, y sin que se estipulase por primera condición la absoluta integridad de España y de sus Américas, sin la desmembración de la más pequeña aldea''.

    La Constitución de 1812, -que rigió en Hispanoamérica y Brasil-, establece que la nación española o hispano-americana es libre e independiente, y que ella se extiende a lo largo de los dos hemisferios de la Tierra.

    Las transformaciones históricas vividas en este espacio histórico y cultural entre 1780-1825 son, por su extensión en el espacio, por su profundidad en el tiempo, y por lo contundente de los cambios que provocan, más trascendentes que las revoluciones burguesas de Francia y EEUU en el mismo periodo. Lo justo es decir que sin ellas nunca hubiera comenzado la Época Contemporánea.

    Cien años después, la Revolución Mexicana de 1910 se adelanta casi una década a la Revolución Rusa de 1917; lo justo sería afirmar que es con ella (y con la Revolución China de 1911) que comienza el siglo XX. Nuestra capacidad para ver la historia de manera positiva depende de dónde pongamos el foco: si lo ponemos en un proceso de honda transformación social, como es la Revolución Mexicana, que sin esquemas ideológicos convoca a luchar por la democracia política y social a las comunidades campesinas indígenas, a los obreros y capas medias, o si lo ponemos en una Guerra Mundial que fue una contienda sanguinaria por el reparto colonial de los mercados, como la Gran Guerra de 1914.


    A lo largo del siglo XX, aunque con pérdidas, la Comunidad de los dos hemisferios logró mantener sus vínculos. Lo que ocurra en el siglo XXI, depende de nuestra capacidad para recordar la historia y preservar la memoria, conservando una de las identidades más valiosas que ha producido la Humanidad sobre la tierra: la nuestra.

    La civilización de América Latina, si es que vamos a llamarla así, por las razones expuestas, se hizo para conocerla y disfrutarla. Y para disfrutarla conociéndola, a través de un relato histórico libre de prejuicios.